domingo, 13 de septiembre de 2009

Jaime

-"Me has salvado de un zapato, eso es mucho. Según nuestra tradición debo cumplirte un deseo. Pero tienes que pensarlo muy bien."
Los ojos enormes y verdes de Jaime lo miraron picarones. Conque salvarle la vida a un duende tenía recompensas... Pidió ropa y comida. Le fue concedido y se despidieron.
Desde entonces la ocupación pricipal de Jaime consiste en tenderle trampas a los duendes del bosque. ¿Para qué? Para poder así salvarlos y de deseo en deseo ir sobreviviendo.

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